Solo por hoy, oh Dios mío, concédeme el don de la valentía para que pueda andar libre y tranquila por las sendas de la vida haciendo mi trabajo cada día más fructífero y con más ánimo.
Concédeme el don de la sonrisa para que pueda sonreír y ver el aspecto alegre y favorable de la vida, y pueda ayudar a mis semejantes a verlo también.
Concédeme el don de la armonía, para que pueda vivir en amistad y buena correspondencia con los demás, y pueda tratarlos como quisiera que me trataran a mí.
Concédeme el don de la lealtad, para que pueda vivir conforme a la fe mas grande que mi corazón conoce y así pueda honrarte y glorificarte con mis actos.
Concédeme el don de la paciencia para que pueda tolerar las faltas de los demás para que ellos en cambio tolere las mías.
Concédeme el convencimiento de que el amor es el “cumplimiento de la ley del maestro: amaras a tu prójimo como a ti mismo”.
Solo por hoy, oh dios mío, concédeme el don de la fe para saber que todas estas cosas que te he pedido me serán concedidas en los días por venir y siempre.
Así sea